Ubicado en la Calle Vista Alegre, el Asilo de Santa Catalina es conocido popularmente como “La Fábrica”.
Diseñado por el arquitecto palentino Jerónimo Arroyo, fue construido en torno al año 1906, financiado por Doña Catalina Martín García, con la idea de destinarlo a Hospital-Asilo para los niños pobres de la Comarca. Sin embargo, por diversos motivos, el edificio nunca llegó a utilizarse a tal fin. En el año 1916 se convirtió en fábrica de harinas movida por electricidad.
En esta obra de Arroyo está muy presente la revitalización del estilo gótico (neogótico), con ventanas de arcos cuatrifolios, rosetones, etc., junto con la elegancia de líneas estilizadas, las formas sinuosas y los motivos florales, reflejo de la búsqueda de la belleza y la preocupación ornamental propias del estilo modernista.
Se levanta en ladrillo a cara vista y se cubre con estructura de madera y de teja plana, mientras en el interior los pisos son de baldosa decorada y en el exterior se utiliza la piedra artificial en los abundantes elementos decorativos.
Se trata de un edificio de dos alturas con doble crucero. Cada una de las naves están cerradas con frontones, con óculos en su interior y rematados en pináculos, que engarzan con el aparejo mediante bloques de piedra, a modo de decoradas volutas extendidas. La entrada principal aparece jalonada por dos ventanales de arcos cuatrifolios.
Su adaptación al alineamiento de las calles provoca un curioso juego de remate en las esquinas; ángulos obtusos y agudos se acentúan con el escalonamiento producido por el encuentro de los ladrillos de cada paño. En el interior, profusamente decorado a partir de los mismos elementos neogóticos del exterior, destaca una gran escalera imperial con rellano, flanqueada por seis pilares de fundición.
En la actualidad, la eliminación de parte de su antigua cubierta y las modificaciones efectuadas en el interior, donde aún permanece la aparatosa maquinaria harinera, han modificado su aspecto y agravado su estado de conservación